"En un lejano país de Asia, había una ciudad en la que
todos sus habitantes eran ciegos. Cierto día, llegó un rey con su cortejo,
trajo su ejército y acampó en el desierto. La población estaba ansiosa por
conocer el elefante y se precipitaron a su encuentro. Y claro, como no podían
verlo, tantearon para reunir información, palpando distintas partes de su
cuerpo. El primero se encontró con la trompa del elefante. El segundo con un
colmillo. El tercero con una oreja. El cuarto una pata. El quinto el estómago y
el sexto el rabo. Después todos se fueron a casa contentos de haber descubierto
exactamente cómo era un elefante.
Comenzaron a contarse sus experiencias."¡Oh, un elefante
es fantástico!" dijo el primero, "blando y ágil como una
serpiente". "No", dijo el que había tocado el colmillo "es
bajo y duro". "Vosotros dos estáis equivocados" dijo el tercero
que había estado tocando la oreja" el elefante es plano y delgado como una
gran hoja". "Oh, no", dijo el cuarto que estuvo tocando la
pata."Es como un árbol". Y los otros dos añadieron: "Es como un
gran odre", "es como una soga". Estuvieron discutiendo y
discutiendo.
En ese momento pasó por allí una persona que podía ver.
"Todos vosotros tenéis razón", dijo esa persona. "Todas las
partes juntas son el elefante"
Cada uno había palpado una sola parte, y todos la habían
percibido erróneamente. Ninguno conocía la totalidad, por lo que todos
imaginaban algo, pero algo equivocado.
Adaptación de un cuento sufí
CUESTIONES: ¿Qué aplicaciones tiene esto al mundo de los negocios? ¿Y en concreto a la negociación internacional?